Plagio académico

El plagio académico es un fenómeno que no es nuevo y que se presenta en todos los niveles educativos, desde la educación básica hasta estudios de posgrado y que es cometido tanto por alumnos como por profesores.

De acuerdo al texto de Rubén Comas y Jaume Sureda, el plagio académico puede definirse como la adopción y presentación como propias ideas, teoría e hipótesis de otros. Basándonos en este concepto, debemos reconocer que es un fenómeno que se presenta frecuentemente en las aulas y que no está limitado a los alumnos. Profesores y alumnos graduados, tanto para la elaboración de libros de texto como para la elaboración de tesis y proyectos de investigación, "toman prestados" párrafos enteros de libros y artículos sin molestarse en citar el autor original. Es cierto que, tal y como se menciona en el artículo, en algunas ocasiones esto se debe al desconocimiento de la manera correcta de citar apropiadamente al autor, y que en gran medida puede deberse a que se ha dejado en el olvido la práctica parafrasear; sin embargo, existen casos donde el plagio es cometido con plena conciencia. Es mi opinión personal que esté último, es el más grave de los casos.

Como ya se ha mencionado, este fenómeno no es algo nuevo; sin embargo, se hace cada vez más grave debido al avance en la tecnología informática, la cual facilita y agrava esta situación. Algunos artículos al respecto que pueden consultarse en la red señalan las implicaciones éticas de este fenómeno; dejando de lado la cuestión ética/moral, la verdadera cuestión del asunto es que esta práctica tan común entre nuestra comunidad académica obstaculiza el proceso de aprendizaje; podemos observarlo en las deficiencias de comunicación escrita, en la merma de la capacidad de síntesis y análisis de textos técnicos y en la baja calidad de investigación y desarrollos surgidos de las escuelas. Las nuevas tecnologías permiten el acceso tesis enteras desarrolladas por investigadores de otros países, incluso se cuenta con traductores en línea que pueden facilitar el plagio académico en cualquier nivel.

El artículo que presentan Comas y Sureda es bastante claro en cuanto a estrategias que pueden aplicarse para poder detectar plagios académicos, desde puntos clave en los que debe fijar su atención el revisor del trabajo (diferentes estilos de redacción, tecnicismos, bibliografía poco accesible), hasta la aplicación de software (Eve2, Wcopyfind, Compilatio, MyDropBox) que nos permita detectar estos plagios.

Probablemente, la solución se encuentre en atacar la causa raíz. Dejar trabajos más elaborativos en lugar de mera investigación bibliográfica, puede contribuir a disminuir el plagio académico. Es indiscutible que el plagio académico seguirá presentándose (sobre todo en niveles superiores), pero es indispensable que los órganos pertinentes implementen mecanismos de detección, desde capacitación de revisores hasta la aplicación y seguimiento de sanciones adecuadas.

Nota importante

La imagen que acompaña este texto ha sido plagiada de la siguiente página:

http://www.letralia.com/145/litin.htm